El día de hoy ha sido el viaje de vuelta a casa. Tras dormir apenas unas horas, el conductor del hotel nos llevó al aeropuerto y antes de las 5:30 ya estábamos comprando unos bocadillos para desayunar. Aprovechamos el tiempo libre para cambiar a euros los últimos “lei” que nos quedaban y pasamos casi todo el vuelo durmiendo, como era previsible.
Resultó divertido el comentario de una de nuestras alumnas cuando estábamos aterrizando: “cómo se nota que es España, se ve todo marrón y liso”, haciendo referencia a las vistas desde su ventanilla. Los preciosos Cárpatos y su niebla estaban muy lejos ya. Fue más evidente aún nada más salir del avión, pues fue urgente quitarnos las cazadoras y quedarnos en manga corta. Estamos a mitad de octubre, pero aún sigue pareciendo verano aquí.
Tocaba esperar las maletas tras pasar los distintos controles y nos hicimos alguna fotillo como despedida del viaje. Pasamos dos horas más en el minibús y por fin llegamos a La Solana, donde los padres de los alumnos y nuestra directora Chelo nos esperaban a las puertas del I.E.S. Clara Campoamor. Entonces vinieron los abrazos y preguntas sobre el viaje, anécdotas… y nos hicimos la foto final delante de las puertas del instituto.
Tanto alumnos como profesores, coincidimos en que ha sido una experiencia increíble que hemos disfrutado muchísimo. Nos quedamos con muchos recuerdos de vivencias que difícilmente olvidaremos y ya estamos deseando recibir a nuestros compañeros europeos en marzo de 2023.
