La visita de dos profesoras polacas, Ela y Anna, ha supuesto un gran aliciente para nuestro centro en general y para el programa lingüístico en particular. Su visita tendría que haberse llevado a cabo en el último trimestre del curso 2019-2020, pero la pandemia la retrasó y ha sido entre el 18 y el 22 de octubre cuando por fin este proyecto se ha hecho realidad.
Desde la
coordinación del programa lingüístico y con la colaboración de varios de los
profesores del mismo, se elaboró un horario para que estas profesoras de Inglés
y Francés pudieran observar cómo se
trabaja en nuestro centro, puesto que ese era el objetivo de su presencia en La
Solana. Entre el lunes 18 y el viernes 22 estas profesoras entraron en nuestras clases de Inglés, Ciencias
Sociales, Tecnología, Francés, Educación
Física e incluso les faltó tiempo para poder entrar a algunas que también habrían sido
muy interesantes, pero que fue complicado cuadrar tanto por sus visitas a dos
colegios de primaria como por las múltiples actividades culturales que también
aprovecharon para realizar.
La buena
disposición de Ela y Anna y el buen tiempo que pudieron disfrutar los días que
pasaron en nuestra localidad dieron como resultado una gran cantidad de visitas
culturales tanto dentro como fuera de La Solana. Algunos compañeros del centro
las acompañaron a San Carlos del Valle, donde contemplaron tanto la iglesia como la
plaza. Otros hicieron lo propio en Valdepeñas. En La Solana aprovechamos la
tarde del miércoles para enseñarles el centro de la localidad, sobre todo la Plaza Mayor y especialmente la Iglesia de Santa Catalina. Nuestro
compañero y profesor de Geografía en
Historia, Gregorio Arroyo, ejercicio de guía y explicó, unas veces en
castellano y otras en francés, el estilo
y las características de nuestro monumento más emblemático, al mismo tiempo que
el resto de asistentes intentábamos traducir de manera simultánea esa gran
cantidad de información histórico-artística. Incluso subimos a la torre para
poder contemplar las mejores vistas de todo nuestro pueblo. También
aprovechamos para enseñarles el Museo de la Rosa del Azafrán, que
también nos vino de perlas teniendo en cuenta que se estaba celebrando la Semana
Nacional de la Zarzuela en esos mismos días. Terminamos la jornada
conversando en una terraza que parecía
la torre de Babel, porque se hablaba en idiomas tales como el inglés, el
castellano, el francés y en momentos puntuales el polaco.
Durante alguna de
nuestras charlas surgió la posibilidad de ver la rosa del azafrán en vivo, y no
me refiero a la zarzuela, que por las fechas también podría haber sido, sino a
uno de los productos más típicos de La Mancha y de nuestro pueblo. Así que el
jueves visitamos la empresa” Azafrán María”, dónde fueron tan
amables de reservarnos un montoncito de rosas del azafrán para que nuestras
visitantes pudieran tocarlas con sus propias manos y ver cómo se extrae el” oro
rojo” y cuál es el proceso artesano que tiene como resultado un producto tan valorado a nivel mundial y que pudieron
adquirir para ser degustado en Polonia. Posteriormente las acompañamos en la que iba a
ser su cena de despedida y de la que surgió la última visita. En este caso,
ambas estaban interesadas en ver Las Lagunas de Ruidera y como buenos
anfitriones, nos pusimos en marcha el viernes para poder enseñarles este
enclave paradisíaco tan cercano y que estaba en un momento óptimo, puesto que mostraba
los colores del principio del otoño y a diferencia de en verano, estaba casi
vacío. Una vez más fue Gregorio, el que aprovechando su gran conocimiento de
las diferentes lagunas, nos ofreció una estupenda ruta que agradó a nuestras ya amigas polacas, que por cierto,
consiguieron en este lugar poder degustar algunas de las tapas que no habían
podido saborear antes. Y después de ese viaje, llegó el momento de nuestra despedida, que fue
bastante emotiva y que nos dejó unas sensaciones muy agradables.
Si tengo que hacer
balance de la experiencia solo puedo decir cosas buenas: tanto profesores como
alumnos hemos tenido la posibilidad de conocer a dos personas que con una
cultura y un idioma diferentes al nuestro, nos han demostrado lo fácil que
puede llegar a ser entenderse, eso sí,
hablando idiomas comunes, en este caso, el inglés y el francés. La
semana fue bastante agotadora porque tuvimos que dedicarles un tiempo tanto de
nuestras clases como de nuestro ocio, pero la recompensa ha sido todo lo que
hemos descubierto y valorado las cosas sencillas y cotidianas que nos rodean
vistas con los ojos de alguien que las desconoce y aprecia incluso más. Espero
que también nuestros alumnos hayan
podido darse cuenta de lo importante y útil que puede llegar a ser aprender inglés,
porque el momento de poder utilizarlo puede surgir cuando menos te lo esperas.
Muchos fueron los deseos de volver a encontrarnos en un futuro, así que
tendremos que intentar que ese deseo sea una realidad que puedan disfrutar nuestros
alumnos junto con algunos de nosotros como profesores.
Muchas gracias Ela
y Anna por elegir nuestro centro y
gracias también a todos los que de una
manera u otra habéis enriquecido su “Job Shadowing”.
Pepi Palacios Alhambra
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