Decido visitar Porvoo, a tan solo 50 km de la capital finlandesa, considerada la ciudad más bonita de Finlandia y la segunda más antigua del país, después de Turku. Está rodeada por el río Porvoojoki y un pequeño bosque, lo que dibuja una estampa idílica para el visitante. Es una ciudad pintoresca repleta de casas de madera de color rojo que antaño se emplearon para almacenar el grano y hoy suponen un reclamo turístico, ya que te transportan a otro siglo.
Pero en Porvoo no solo disfruté paseando por su centro
histórico sino que también aproveché para probar uno de los dulces finlandeses
más famosos del país: la tarta Runeberg. Recibe este nombre del poeta Johan
Ludvig Runeberg (1804-1877) nacional de Finlandia que vivió en esta ciudad
junto a su mujer y sus ocho hijos. Se dice que el dulce lo inventó su mujer
dada su precaria situación económica y hoy en día es un imprescindible si
viajas al país nórdico. También me vi “obligada” a probar el chocolate de la
Casa Brunberg que se vendía en la tienda más antigua de Finlandia: Casa
Simolin, en funcionamiento desde 1843.
De vuelta a Helsinki paseé por la famosa Avenida Esplanadi, explanada y parque urbano, con sus exclusivas tiendas de firmas finlandesas, como Marimekko, e internacionales: Louis Vuitton, Dolce and Gabbana, Cos, etc.
Lucía Delgado - Erasmus+ Team - IES Clara Campoamor
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