La primera actividad programada con nuestros compañeros estonios fue visitar Toledo. A las 9 de la mañana, nos pusimos rumbo a la capital manchega y llegamos alrededor de las 11. A pesar de haber dejado La Solana con un cielo nublado y airoso, en Toledo había un sol resplandeciente que hizo muy agradable la jornada.
Empezamos con una visita guiada sobre la historia de las tres culturas de la ciudad: cristiana, musulmana y judía. Nos enseñaron iglesias icónicas, símbolos escondidos por el lugar que hacían referencia a las tres civilizaciones y los restos de unas termas romanas que se descubrieron accidentalmente hace unos años, cuando un señor quería construirse un garaje en el sótano de su casa. Aquel día admiramos la vasta historia de Toledo y nos recreamos por sus lugares más representativos por la tarde, cuando pudimos disfrutar de tiempo libre. Cómo no, aconsejamos a nuestros amigos europeos comprar mazapán. No podían perderse probar este delicioso manjar tan típico y les gustó para comprarlo de souvenir para los suyos.
Tras volver a La Solana, tocaba descansar y coger fuerza para el resto de la semana. Habíamos comenzado con muy buen sabor de boca.
