Después de una semana muy emotiva, llena de cariño y de numerosas actividades, toca partir de nuevo para la Solana. En los rostros de los chicos y de las familias se puede apreciar el vínculo afectivo que se ha creado durante estos días. No han faltado las muestras de cariño, los cálidos abrazos y los numerosos propósitos de volver a coincidir. Ahora se cierra un capítulo que ha servido de gran aprendizaje en todos los sentidos y que llevarán consigo a lo largo de todas sus vidas. No solo se ha practicado el idioma, también se han adquirido habilidades tan importantes como el compañerismo, el trabajo en equipo, la solidaridad así como la capacidad de adaptación. Aquí terminamos con en el lema del proyecto Erasmus “abriendo mentes, enriqueciendo vidas”
