16/1/24

Intercambio con Montemor-o-Novo - día 3

Hoy nos levantamos temprano de nuevo para poner rumbo hacia Lisboa, la capital de Portugal. Durante este viaje nos acompañan los alumnos portugueses que acogen a nuestros alumnos, además de Angelina e Ilda, dos de sus profesoras. El ambiente resulta muy agradable pues se respira una bonita amistad. Al llegar a Lisboa hemos pasado por uno de los puentes principales, conocido como “puente 25 de abril” un gran puente colgante de casi 2km de extensión que atraviesa el estuario del río Tajo en el área metropolitana de Lisboa. Oficialmente fue diseñado en su día como puente Salazar, por haber sido mandado construir por el jefe del Gobierno de Portugal, António de Oliveira Salazar en 1960. Una vez atravesado el puente, nos hemos dirijo al monasterio de los Jerónimos, donde previamente hemos hecho una parada en una de las pastelerías más importantes de Lisboa “pasteis de Belém” para probar el postre por excelencia, los pasteles de Belén, un cremoso dulce caliente cuya receta permanece en secreto profesional. Posteriormente hemos visitado el monasterio de los Jerónimos, un antiguo monasterio de la orden de San Jerónimo diseñado en estilo manuelino por el arquitecto Juan de Castillo, encargado por el rey Manuel I de Portugal para conmemorar el regreso de la India de Vasco de Gama. 

Paramos para comer y descansar y retomamos la marcha dirigiéndonos hacia el monumento a los descubrimientos, construido en 1960 en el margen del río Tajo por encargo de Salazar. Con 52 metros de altura representa a los marineros, patrones reales y todos los que participaron en el desarrollo de la Era de los Descubrimientos. Seguidamente llegamos a la Torre de Belém, una antigua construcción militar obra de Francisco de Arruda y Diogo de Boitaca que tuvo gran importancia también en la Era de los Descubrimientos de Europa, ya que sirvió como fortaleza y como puerto desde donde partieron los exploradores portugueses para establecer el que sería el primer comercio europeo en la historia con China e India. Cuando dejó de servir como defensa de invasores en el estuario del río Tajo se utilizó como prisión, como faro y también como centro de recaudación de impuestos para ingresar en la ciudad. 


Continuando con la ruta, volvimos al bus para poner rumbo al centro de la ciudad. Allí estuvimos en la plaza de Rossío, una plaza situada en la Baixa, y anduvimos por la calle Rua Augusta, calle principal del barrio de este barrio donde compramos varios souvenirs al ser uno de los centros neurálgicos de la ciudad, dónde se encuentran algunas de las principales tiendas. En esa calle pudimos ver el elevador de sta Justa. Continuamos andando hasta llegar al Arco de la Rua Augusta y la plaza del comercio. Estos fueron destruidos por el seísmo de 1755. Tras este, el Marqués de Pombal decidió reconstruirla en forma de «U», con tres grandes edificios porticados que albergan algunos organismos gubernamentales y algunos restaurantes y cafés, como el Martinho da Arcada, el más antiguo de la ciudad. En el centro de la plaza se encuentra la estatua ecuestre de José I (monarca portugués que se encontraba en el trono en el momento del terremoto). 


Para finalizar, regresamos al autobús donde fuimos todos juntos a cenar, donde probamos bifanas, unos bocadillos típicos de Portugal. Los chicos volvieron muy contentos de la jornada de hoy. Ha sido una experiencia inolvidable.