Empezamos la mañana con la asistencia de algunos alumnos a
las clases que tenían sus compañeros de acogida, otros ayudaron a preparar la
gymkana que tendría lugar a las 10 de la mañana.
Al mismo tiempo, los
profesores se reunieron para hacer la evaluación, donde se valora las
actividades realizadas tanto por los alumnos como por los profesores y preparar
la próxima reunión que tendrá lugar en Bitonto, Italia, del 7 al 11 de octubre de 2019, que se centrará en la comercialización,
turismo gastronómico y los tipos de productos elaborados con harina.
Después se realizaron
dos talleres uno de bailes donde dos alumnos del centro les enseñaron bailes típicos de la época de la recolección del grano (siega y trille que requerían mucha mano de obra durante los meses del verano y donde a pesar del duro trabajo se sacaba tiempo para bailes y cantos que han quedado en forma de folclore con mucho seguimiento en nuestras localidades). Se enseñó a los participantes la seguidilla, baile típico de la localidad, y una sevillana procedente de la
región andaluza. El otro taller fue de manualidades donde los alumnos
fabricaron un marco con las banderas de los países participantes, España.
Italia, Rumanía y Alemania, junto con la bandera europea. Los participantes
terminaron muy satisfechos en la realización de estos dos talleres, por ellos
hubiésemos estado mucho más tiempo del que estaba previsto, vaya que fue un
éxito¡¡¡¡
La Gymcana incluía preguntas y pruebas que intentaban recoger lo aprendido en los días de la movilidad y terminar aprendiendo los himnos de cada uno de los países para hacer una comunidad diversa pero unida.
A continuación, tuvimos
la ceremonia de clausura que consistió en la entrega de certificados a cada uno
de los participantes y además a los profesores se les obsequió con azafrán. Los
representantes de cada país nos dieron la enhorabuena y las gracias con un
pequeño discurso.
Seguimos con la
degustación de una rica comida preparada por los padres de los alumnos
implicados, así pudieron probar pisto, paella, empanada, chorizos, morcillas,
etc y una gran variedad de dulces típicos de la localidad acompañado todo de unas refrescantes bebidas. Como toda comida manchega que se precie se incluyeron cereales como el arroz (cereal de otra región española pero de obligada oferta a nuestros visitantes en forma de paella), y derivados como panes y dulces. No faltaron el cordero y el cerdo que tienen la base de su alimentación en el cereal manchego.
Para terminar, un
grupo de baile del pueblo nos animaron con una gran actuación, bailando
sevillanas, flamenco, seguidillas, etc.
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