La segunda jornada de nuestro periplo italiano ha comenzado en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, donde hemos podido contemplar entre otros muchas obras los numerosos tesoros encontrados tanto en Pompeya como en Herculano. Hemos visto esculturas y mosaicos entre los que destacan el de Alejandro Magno, que desafortunadamente para nosotras está en plena restauración. También hemos disfrutado de dos joyas escultóricas: el Hércules y el Toro Farnesio, por lo que damos por bien aprovechada la visita.
A mediodía hemos recorrido la calle Toledo y nos hemos sumergido en el barrio español, un auténtico hervidero de gente disfrutando de la comida y la música en la calle que nos ha recordado mucho a nuestra propia cultura.
Nuestra última visita ha sido a la pequeña plaza dedicada enteramente a Maradona donde se pueden ver murales, fotografías y todo tipo de recuerdos del futbolista argentino que fue la estrella del Nápoles durante parte de su carrera.
Nos hemos despedido de esta bulliciosa ciudad con ganas de seguir explorándola, pero ya era hora de trasladarnos a Salerno, ciudad en la que se encuentra el objetivo principal de nuestro viaje: el Liceo " Francesco de Sanctis" en el que llevaremos a cabo nuestro periodo de observación a partir de mañana.
