Después de un duro día de viaje y de un
descanso reparador. Nos recibieron en el Plateja Escola con toda la
hospitalidad que saben tener estos estupendos italianos del sur, alegres,
espontáneos. Nos hicieron sentir como en nuestra propia casa, dirigiéndonos a
cada una de las actividades y dándonos la bienvenida.
Comenzamos con una presentación de todos los
participantes en el proyecto y a continuación una actividad muy bonita que
consistía en que cada país cantara su himno nacional. Aquí surgió la primera
anécdota del día. Como ya sabemos, España tiene música pero no hay letra
oficial. La letra que nos dieron correspondía a tiempos anteriores y esto
provocó una situación embarazosa que afrontamos con la mayor dignidad. Después
de esto, todos los alumnos y profesores del proyecto cantamos juntos el Himno a
la Alegría, himno de la Unión Europea.
A continuación nos dirigimos a un
interesante taller de fabricación de pasta. Se trataba de una pasta típica de
estas tierras. Fueron familiares de los mismos alumnos los que nos impartieron
el taller. Esa misma pasta ha sido la comida del día y estaba rica, rica.
Notas sobre el lugar: Taranto es una ciudad
con una industria siderúrgica muy importante. Esto trae ventajas económicas y
sociales, pero también da lugar a problemas medioambientales. Estos problemas
los intenta afrontar la municipalidad y así lo han contado Francesca y el
alcalde que nos ha recibido.
Una valoración muy positiva del primer día
de esta última movilidad de nuestro proyecto 70 años de historia europea.
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