Ha sido el croar de ranas y trinar de pajaros, no la alarma del móvil, lo que nos ha despertado esta mañana.
Después de desayunar, mezclados en las mesas como dijimos la noche anterior, nos fuimos hacia el instituto Adama Mickiewicza (Adam Mickiewcz Comprehansive), un edificio imponente, un Palacio con 400 años de antigüedad. Después de algunas presentaciones, hemos entrado en un salón de actos para el acto de inauguración del encuentro, y tras ello, caminando hemos ido al centro cultural de Opole Lubelski, donde ha tenido lugar el Festival Historia a través de la canción. Ha sido muy entretenido y hemos asistido a numerosas y variadas actuaciones. Andando hemos ido al restaurante a comer, y el ello estamos.
Después de desayunar, mezclados en las mesas como dijimos la noche anterior, nos fuimos hacia el instituto Adama Mickiewicza (Adam Mickiewcz Comprehansive), un edificio imponente, un Palacio con 400 años de antigüedad. Después de algunas presentaciones, hemos entrado en un salón de actos para el acto de inauguración del encuentro, y tras ello, caminando hemos ido al centro cultural de Opole Lubelski, donde ha tenido lugar el Festival Historia a través de la canción. Ha sido muy entretenido y hemos asistido a numerosas y variadas actuaciones. Andando hemos ido al restaurante a comer, y el ello estamos.
El hotel
Un lugar encantador
El acto de inauguración
Los presentadores
4 directores en el encuentro
El centro cultural
El equipo turco durante su representación
Los anfitriones ploacos interpretan una canción
Los profesores comiendo
Y los alumnos
Después de comer hemos tomado el autobús para dirigirnos a Kazimierz Dolny, la ciudad donde tenemos el hotel. Allí nos esperaba la guía, que nos ha mostrado la ciudad y explicado su historia. El sitio es muy tranquilo y se tiene por uno de los más románticos de Polonia. Casas renacentistas profusamente decoradas, restos de los que fuera el barrio judío, del que sólo sobrevivieron a la guerra un edificio y la sinagoga, una torre defensiva, castillo e incluso un convento desde el que pudimos contemplar una magnífica vista. Tras la visita de una hora, cambiamos el autobús por... ¡coches todoterreno! A los cuales nos subimos sin saber cómo sería el paseo... Una auténtica experiencia off-road, que tardaremos en olvidar. Land Rover Defender y Discovery preparados para atravesar caminos y obstáculos impensables para otros coches, nos llevaron a la parte alta de la ciudad para tomar muy buenas fotos. Regreso al hotel, en todoterreno, reunión de coordinadores para ver la marcha del proyecto y cenando estamos ya.
Plaza del mercado en Kazimierz Dolny
El pozo de agua
Casas renacentistas
Subiendo hacia el monasteri
Panorámica desde el monasterio
La antigua sinagoga
Los todoterreno preparados
De camino (¿de cabras?)
El equipo español en su coche con su conductor
Panorámica desde las alturas, río Vístula
Venimos de vendimiar...
Nos vemos.
Qué día tan estimulante habéis tenido!
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