Iceland 29/05/2025
Hoy el curso Erasmus+ en Islandia sobre educación fuera
de las aulas empieza de camino a una zona con amplias zonas verdes y mucha agua
en la superficie. Nos explica nuestra guía islandesa, Erla, cómo utilizar los
recursos naturales que nos rodean en la educación. Nos habla sobre el
aprovechamiento del agua caliente que brota del interior de la tierra y que
canalizan en zigzag para que pierda presión en su transporte a los pueblos y
fábricas, de cómo los islandeses consumen solo el 15% de la electricidad que se
produce gracias al agua, en sus centrales hidroeléctricas, y de cómo el ansia
por el dinero aumenta la especulación, poniendo en peligro al medioambiente.
Todo esto me hace reflexionar sobre lo importante que es en clase poder hacer
lecturas y visionados críticos, poniendo en práctica el critical thinking,
así como debates sobre temas relacionados con el medio natural y su protección.
Durante la jornada de hoy, visitamos distintos puntos
relacionados con el agua y el turismo, las cascadas de Skogafoos y Seljalandsfoss,
impresionante la altura y la fuerza con la que cae el agua, entre praderas y
montañas que parecen sacadas de The Lord of the Rings o cualquier comic
o película de Marvel, con arcoiris,Thor y Loki incluidos. Nos explican
el origen del turismo aquí, si bien los geólogos y grupos de alemanes siempre
han estado presentes, fue en 2010 cuando se disparó en turismo en Islandia. Lo
que sucedió entonces fue la erupción de un gran volcán que, al entrar en
contacto con un glaciar, explosionó, lanzando una gran cantidad de cenizas al
aire, paralizando el tráfico aéreo de Europa. La fina ceniza se metía en los
engranajes y así podía paralizar los aviones, hubo grandes pérdidas económicas
y también puso al país en el punto de mira. Ahí fue donde empezó el boom del
turismo. Mientras tanto, los granjeros y ganaderos locales, salieron adelante
como pudieron y, a pesar de perder animales, con el tiempo la ceniza volcánica
supuso una gran mejora del campo gracias a los componentes excelentes para el
suelo. A esto se le llama resiliencia, la capacidad de superación y de poder,
pese a las circunstancias adversas, buscar la forma de seguir adelante, si puede
ser, sacando alguna ventaja de ello.
Vemos a lo lejos un volcán famoso, Hekla que, según
se menciona en las Sagas (una de las obras medievales más importantes), en
1104 decía el Papa de entonces que era una de las puertas del infierno. Con
esto, rescatamos y unimos el paisaje y el medioambiente con el tema de la
literatura y la historia. Cómo hilamos en las clases lo narrado y la tradición
oral con el medio que nos rodea, algo interesante para discutir en las lecturas
de clase. Este es un tema relacionado por supuesto con las lenguas, medio de
transmisión, y cómo convive la protección de lenguas como el islandés o el
gaélico frente a lenguas con muchos hablantes, como el inglés, chino o español,
que es una de las lenguas que pueden estudiar en los colegios. Tema muy
interesante que daría para varios párrafos más, la identidad lingüística.
La forma de vida islandesa, luchando por sobrevivir en
este medio tan hostil, ha hecho que sus habitantes sean supervivientes fuertes
a pesar de las circunstancias, contra vientos y volcanes, también mareas. Y
justo llegamos a la playa peligrosa de Rejnisfjara, cuyas olas silenciosas y
envolventes han tragado a paseantes cuando menos lo esperaban. Pegado a esta
playa, una cueva con disyunciones columnares de basalto (me lo han chivado) es
la foto ideal para muchos que tendran muchos likes en sus feeds.
Volviendo a la naturaleza, analizamos la importancia de
la protección de animales como el frailecillo, el preferido de los turistas por
el colorido de su pico, del caballo islandés, con sus más de 100 tonos de
distintos colores y, por supuesto, de la oveja, que en esta época está justo
criando a sus corderitos, y que tan importante ha sido para la producción de
lácteos y de lana, producto básico en la protección frente al frío helador.
Paramos a comer en el pueblo de Vik, organizado y
dirigido por personas venidas de otros países, según nos cuentan, y es que
migrar es algo natural en el ser humano.
Después de varias aventuras cerca del agua de las
cascadas, visitar el glaciar Sólheimajoküll es algo para lo que una no está
preparada…es impresionante, no se parece a nada anterior que haya visto, y la
sensación de sentirte muy poca cosa en este mundo te pone en tu sitio de forma
inmediata, frente a una naturaleza tan poderosa que debemos proteger, teniendo
en cuenta el dato de que retrocede cada año unos 100 metros.
“Treading the glacier head
Looking hard for moments of shine”
De la canción Aurora, de
la cantante islandesa Björk.
Isabel Pasarón.