Páginas

15/6/21

MOVILIDAD K1 JOB-SHADOWING Montemor-o-Novo. Quinto episodio.

 Hola a todos.

Después del descanso de ayer, y hablamos de descanso porque como comentamos no hicimos observación directa de actividades educativas, seguimos con nuestro periodo de observación. Nos acercamos a la escuela donde están los alumnos más pequeños, algo que ya sabíamos es que los medios digitales son muy útiles como apoyo a la enseñanza, y hemos podido comprobar la extensión y normalización de estos medios en los centros vistados.


Nos llama la atención la gran autonomía que tienen los alumnos desde niveles inferiores, estando acostumbrados a trabajar en grupo, exponer los trabajos, hablar frente a los compañeros...


Un ejemplo de gamificación de actividades para la asignatura de lengua portuguesa propuesta en el propio libro de texto.


Un hueco en el horario nos permite hacer una visita que no pudimos realizar hace unos días. Visitamos una fábrica de chocolate en Montemor. Hace unos años, en un proyecto Erasmus anterior, visitamos una chocolatería donde el propietario, Antonio Melgao, nos explicaba cómo elaboraba sus bombones principalmente. Actualmente, sigue con la pastelería pero ha comenzado a producir chocolate. Ha establecido la fábrica en la antigua estación de tren de Montemo-o-Novo, recuperando y garantizando la conservación del edificio. Para la fabricación de los chocolates, ha contactado con los productores en origen y selecciona los cacaos para obtener chocolates no genéricos, con personalidad  y características especiales que hacen que el proceso seguido en su fábrica, sea semejante a la fabricación del vino en algunas bodegas. Nos permitió degustar algunas de sus variedades y nos hizo descubrir matices, sabores, texturas y sabores que antes ni siquiera hubiéramos sospechado en un chocolate.


Parte del edificio está museizado, exponiendo numerosas piezas relacionadas con el ferrocarril y el antiguo uso del edificio, también, recordando ese pasado, la nueva instalación de la fábrica se sitúa en lo que era la vía, y se dispone a lo largo de la misma, paralelo al edificio de la estación, como si de un convoy ferroviario se tratara. En definitiva, buen gusto, respeto por la memoria y funcionalidad, como bases de el establecimiento de una empresa creadora de empleo.


De vuelta en la escuela, asistimos a otra clase de robótica, esta vez con un nivel inferior. Asiste el mismo profesor del centro de juventud que en la otra jornada, con el material del ayuntamiento, para realizar un ejercicio más sencillo para iniciar a los alumnos en la materia de programación y robótica.
En esta ocasión se trata de programar el funcionamiento de la barrera para permitir o no el paso de vehículos-robots.

Nos llama la atención la disciplina de los alumnos a la hora de trabajar, que permite que la actividad se explique de manera rápida para que los alumnos puedan entenderla y, una vez terminado el ejercicio básico, comenzar a modificar el programa de manera autónoma. Hasta nosotros nos atrevimos a programar un micro-bit para ver cómo funciona. Podemos ver a la profesora Lucía hablando con la profesora responsable del grupo acerca de la metodología utilizada en la clase.


Finalmente, podemos asistir a una clase de filosofía con Cristina, una de nuestras magníficas anfitrionas. Los alumnos están estudiando a Freud dentro de un proyecto Erasmus con otro centro italiano. Nos presentan los trabajos que tienen realizados hasta la fecha que servirán para elaborar las presentaciones completas cuando puedan realizar la movilidad a aquel país.


Poco nos queda ya en Portugal, pero aún tenemos tiempo de hacer una visita a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, desde la que podemos contemplar una fabulosa vista de Montemor-o-Novo. Una vez más contemplamos la sencilla decoración exterior, con predominio del color blanco y azul para zócalos y marcos de ventanas, que de alguna manera recuerda la tipología manchega de nuestra tierra.


En este santuario un par de salas recogen las ofrendas y agradecimientos de los fieles a la virgen por sus favores, curaciones y milagros, fotografías, objetos de todo tipo, incluidos un cocodrilo y una serpiente y dibujos con una antigüedad de más de 150 años, muestran la devoción de los montemorenses por esta virgen.


Una vez más, la decoración de la iglesia basada en la azulejería, que recoge imágenes con milagros, vida y obra de santos, el vía crucis u otros motivos, según la advocación del templo que se trate.


Aún teníamos otra sorpresa por descubrir, y es que nuestros amigos habían reservado entradas para el teatro, en uno de los espectáculos del festival que se estaba celebrando en Montemor. Los espectáculos culturales en Montemor son gratuitos, una muestra más del interés de las autoridades para que todo el mundo tenga acceso a la cultura, una pieza más de la educación podemos decir. Debido a las restricciones por la pandemia, no había demasiada gente, pero todas las localidades disponibles estaban cubiertas, lo que prueba el interés que despiertan estas actividades en la población.


El espectáculo consistió en una representación de fado y danza contemporánea en una obra muy bonita, de gran intensidad y sentimiento, en la que música y danza se combinan de una manera magistral, transmitiendo numerosos sentimientos, ritmos y emociones. Bate Fado es el nombre de la obra, baile, música, canciones, y hasta el tema María la portuguesa, de nuestro Carlos Cano, nos hicieron disfrutar de una manera muy intensa.


Fue un broche genial a una semana de trabajo muy intenso, didáctica y productiva, cuya mayor satisfacción ha sido estar con nuestros amigos portugueses, que nos han tratado con un cariño, una atención y una amabilidad que es difícil de expresar con palabras.



Al salir del teatro, nos presentaron al concejal de cultura, el responsable político de muchas de las acciones y actividades que habíamos presenciado a lo largo de la semana, de lo que estuvimos hablando con él, a lo que nos contestó precisamente que la educación y la cultura tenían gran importancia en las políticas locales de Montemor-o-Novo, de ahí todo el esfuerzo encaminado a su difusión y mejora.


Ha sido una semana intensa y cansada de trabajo, pero nos traemos un montón de experiencias e ideas para seguir mejorando y apostando por la educación en nuestros centro, el Clara Campoamor de La Solana. Sin duda, hemos reafirmado los lazos que nos unían ya a la Agrupación de Escuelas de Montemor-o-Novo, que aprovecharemos para, en cuanto se pueda volver a realizar actividades con ellos. Una vez más queremos agradecer a los compañeros portugueses por su cariño, atención y hospitalidad, nos vamos con ganas de volver a vernos. Un abrazo.


Nos vemos en la próxima, hasta otra amigos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario