Comienzo el curso estructurado Erasmus+ en la Tierra de Hielo a finales de mayo, cuando el musgo cubre los valles, los frailecillos campan en la costa y el sol nunca termina de irse. La primavera me recibe con temperaturas suaves, para estar muy cerca de Groenlandia, un tiempo cambiante que va desde el calor hasta temperaturas de 2 o 3 grados, marcadas por el viento gélido que tanta influencia tiene en la vida de la isla. Y lo primero que me llama la atención al aterrizar de madrugada son las 24 horas de luz solar de esta época del año, algo que impedirá ver las famosas auroras boreales pero que permitirá disfrutar de más horas de esta experiencia.
¿Por qué Islandia para un curso Erasmus+? Porque, a pesar
de que su lengua oficial es el islandés, toda persona menor de 70 años habla un
inglés fluido, al haber formado parte del currículo educativo. El curso se
imparte en lengua inglesa y la interacción del día a día resulta una inmersión lingüística
imprescindible en mi formación permanente como profesora de idiomas. Conocer y
apreciar otras culturas son ya criterios con los que evaluamos a nuestros
estudiantes, mediar entre lenguas, aprender técnicas para que el alumnado
reflexione sobre la conservación del medioambiente desde un punto de vista crítico y de aplicación local, el impacto de la
educación al aire libre en la salud física y mental, entre otras, son las
razones para venir a esta tierra a formarse.
Durante el primer día, y con una fina lluvia de
compañera, visito la imponente iglesia de Hallgrímskirkja, construida en 1986,
es famosa por su campanario y por su forma de corriente de lava basáltica
típica del país. Subir al campanario para contemplar las vistas es un must
para el viajero y entender el origen de las
creencias religiosas en el país, también.
A mediodía, tiene lugar el comienzo del curso en la
Asociación por los Derechos de las Mujeres Islandesas (en la capital, Reikiavik),
donde el coordinador nos explica la justificación y el desarrollo del programa,
a la par que hacemos dinámicas de grupo para conocernos entre los asistentes
que venimos de varios países de Europa.
A continuación, un experto profesor islandés nos da una
conferencia sobre el sistema educativo del país, en el que comprobamos que la
inclusión educativa es importante para prevenir el abandono escolar temprano,
que en este país sucede especialmente entre los chicos de 15 y 16 años. Toca
muchos puntos interesantes que nos hace reflexionar y compararlo con el de
nuestro propio país.
Después de una tarde de presentaciones, me dispongo a
conocer el Perlan Museum, un museo de historia natural que se encuentra
en la colina más alta de la ciudad, donde me encuentro volcanes, cuevas de
hielo y las fuerzas de la naturaleza que han forjado Islandia. En el planetario
explican cómo se forman las Northern Lights, las auroras boreales, y, a
lo largo de las distintas plantas, se habla del cambio climático, tema que va a
ser central en el desarrollo del curso.
Isabel Pasarón.